lunes, 1 de abril de 2013

Certificado energetico

¿Qué es esto de lo que se habla ahora?.


El certificado energético de edificios no es algo nuevo. Lo cierto es que se está utilizando desde la aprobación del código técnico de la edificación, allá por el año 2007. Pero distintas circunstancias hacen que el público en general no lo perciba.

El certificado energético es un documento acreditativo de la calificación energética del edificio. Esta calificación, es similar a la que ya conocemos para los distintos aparatos y electrodomésticos, e indica el grado de eficiencia energética del mismo.


 

Hasta la fecha este certificado solo era obligatorio para edificios de nueva construcción, y aquí, está el desconocimiento del público. Cuando entró en vigor el actual Código Técnico de la Edificación (CTE), muchos promotores, se apresuraron en tramitar visados y licencias para sus edificios. De esta forma no les sería de aplicación la nueva normativa y se ahorraban las nuevas exigencias. Posteriormente años 2008 -2009 caímos en la profunda crisis inmobiliaria y no se ha realizado prácticamente ninguna nueva promoción hasta la fecha.
Por tanto las últimas referencias que tenemos de obra nueva, son casi todas con la normativa anterior que no exigía la Calificación Energética.

¿Cuál es la situación actual?.
Pues, todo está cambiando. Por un lado ya no quedan edificios por hacer con la normativa anterior y por otro lado y más importante, ya existe un borrador de real decreto que exige la calificación energética para edificios EXISTENTES.

Este decreto obliga a todos los inmuebles que se VENDAN, TRASPASEN O ALQUILEN, el certificado correspondiente.
De hecho, esto ya viene ocurriendo en el resto de Europa y todas las agencias inmobiliarias y anuncios de inmuebles cuentan con la información energética. (Como siempre, en este país somos los últimos y hasta que no recibimos varias multas no reaccionamos).





Pero la consecuencia para los propietarios puede ser más grave; aparte de la multa que les llegará por vender, alquilar, etc. sin el certificado, el comprador o inquilino, podría anular el contrato por la falta de información o incluso pedir algún tipo de indemnización.

Y esto, no ha caído muy bien entre los propietarios.

Apelando al espíritu optimista, veamos las ventajas.

El Certificado, no solo es una acreditación de la calificación energética. Este, si está bien realizado nos hace un estudio de los consumos energéticos de nuestra vivienda, y podemos ver por donde se nos está perdiendo el dinero en el aspecto energético, y digo perdiendo, porque la mayoría de la viviendas en España tiene importantes carencias de aislamiento, y consumos desmesurados de energía.
Hasta ahora se nos llenaba la boca de ecología, energías alternativas, consumo responsable, etc. pero ¿que hemos hecho al respecto?. ... Pues muy poco.
Con este estudio veremos de que adolece nuestra vivienda y podremos tomar medidas, que por cierto... no son obligatorias.

Independientemente de las posibles mejoras que podamos hacer, el hecho de disponer del certificado, nos dará ventaja a la hora de decidir la compra o alquiler de una vivienda. Al igual que cuando vamos a adquirir un vehículo, preguntamos ¿Cuándo consume?. Esta pregunta se volverá habitual en la compra de una vivienda.

Aunque ahora, no le demos importancia pueden existir diferencias de consumo del 70-80% entre dos inmuebles aparentemente similares y esto en consumo eléctrico o calefacción ES UNA PASTA... y tengamos en cuenta que la vivienda se compra casi para toda la vida.

Y porque no... preparémonos para el estándar Passivhaus en viviendas previsto para el 2020 con viviendas con consumo casi nulo (Si lo has leído bien CASI NULO) del cual hablaremos otro día.



¿Necesita un Certificado? (Pulse aquí)




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